El sentido de la vida
Tal vez fumar un cigarrillo mientras sueño
O imaginar que el cielo es para todos
Cuando me conmueve la soledad
El sentido de la vida
Enamorarme de todo lo que vive, poco a poco,
Olvidar que respiro
Servirme un café en medio del silencio
O quizá solo oír el adiós de las aves al atardecer
El sentido de vivir
Odiar por un momento estar vivo
Prender otro cigarrillo para asfixiar al otro
Ese que nos recuerda lo que no somos
Uno mismo.
El sentido de vivir
Llorar porque no vivimos
El sentido de la vida
anda desnudo por las calles
en los ojos abiertos y en los ojos cerrados
También vuela entre gaviotas cormoranes o nubes
expuesto siempre en la piel palpitante
Y se renueva sobre las aguas sueltas
El sentido de la vida
Es como el aire
O la luz
Ondulante y variable
Por un segundo nos colma en su obviedad,
Océano embravecido,
y de pronto, mar en calma, cae en el horizonte.
El sentido de la vida
o comer una fruta.
Cerrar los ojos
Y en la desnudez del silencio
hurgar nuestra propia desnudez
hasta desenterrar el sentido de vivir
sepultado bajo nuestras emanaciones.